sábado, 15 de septiembre de 2018

El Mediterráneo


El  Mediterráneo

Los griegos consideraban el Egeo su mar; los normandos navegaron por el Mediterráneo 500 años antes que Cristóbal Colón. Los venecianos deseaban el Adriático; los turcos, el mar Negro; Estados Unidos el mar de Bering por la pesca, pero todo fue en vano; el océano no puede ser comprado; su extensión no puede interesar en zonas de tierra firme.
Roma fundó su imperio después de la caída estrepitosa de Cartago. Con Inglaterra, fue luego de la derrota de Napoleón; la victoria de una flota decidía la suerte de las grandes potencias, a veces en un día. Es mucho más veloz  una batalla marítima: Lepanto, con Don Juan de Austria al mando, se decidió en dos horas.
Las  batallas navales tuvieron éxito en Roma, no en Francia. Inglaterra luchó durante años para lograr ser una potencia naval.
Cuando derrotaron la  Armada Invencible española  pasó Gran Bretaña pasó  a ser la dueña de los mares. Holanda, país de navegantes, luchó contra España, Portugal,  Francia y Venecia, -potencia marítima contra los turcos.
Roma fue superada por Sicilia;  se vio obligada a convertirse y los persas lo hicieron para ganar a los jónicos. Grecia venció a los persas en Siracusa y aprendieron el arte de los corintios. Sicilia  era demasiado fértil para transformarse en una gran potencia naval.
El hombre marítimo ama el comercio y el trueque; no son mercenarios sino libres, que surcaban los mares hasta la llegada de los cruzados. La navegación se convirtió en un incontenible entendimiento universal.
Ningún mar posee tantas islas ni es tan rico en golfos y bahías, ejemplo el golfo diminuto de Patras abre la ruta a Grecia central; el Bósforo a toda  Europa oriental.
Así como el Mediterráneo (mar medio) une Europa y África, el mar de China una Asia con Australia, ambos parecidos en islas y costas sinuosas; el Mediterráneo es un lago unido por tres grupos de estrechos, como si fuera una laguna.
Origen

Se encontraron caparazones marinos a 700 metros de altura, probando la presencia del mar a esas alturas. Por todos lados quedaron huellas de cataclismo con evidencia de catástrofes universales.
En el mar Egeo hubo osos y hasta lobos hacia el sur y chacales y leopardos por el norte. Se encontraron huesos de leones en Florencia,  de elefantes en Malta y de Hipopótamos en Creta.
El Nilo regaba Palestina, en el sur del Monte Carmelo hubo cocodrilos;
Hay pocos peces en el Nilo inferior. Cables submarinos en Calabria atestiguan un robo por fuerzas invencibles. El rugir de los volcanes fue destructivo; beneficiaron las fuentes termales en tierras fértiles donde maduran las uvas y las aceitunas por todo este mar, casi lago, comparado con el Atlántico y el Pacífico.
En 1831 al Sur de Sicilia emergieron islas que en días u horas volvieron a sumergirse. La ciudad de Heike, cerca de Corintio, fue sepultada en el mar con toda su población, igual a la costa  Oriental, en Lemnos. Stromboli es el volcán que nunca descansa y siempre amenaza. Inundaciones sufrió Andalucía, Calabria y las laderas del Parnaso, mientras Atenas permaneció intacta.
Los elementos

La puerta marítima se abre en el Estrecho de Gibraltar, por donde los elefantes cruzaban hasta España. Su ancho es de nueve millas. Tiene escasa profundidad: mil pies no es el adecuado para el intercambio de agua entre los dos mares. Los ingleses lo llamaron el Estrecho; encerrado en los dos extremos por montañas, a casi 2.000 metros, es uno de los peores pozos de corrientes en el mundo. La profundidad del océano influye en  la temperatura, siendo más baja en las costas de  los océanos, con una temperatura de 4º, mientras en el Mar  es de 14º,15º.  Carecer de profundidad en el Estrecho es la razón del clima benigno de Provenza y de Grecia. Pocos ríos desembocan en ese mar; el Rodano, el Po y el Nilo son los más grandes: es un tercera parte de la evaporación que le roba al mar y es mayor que las lluvias; es   siempre más bajo que el Atlántico, que descarga enormes cantidades de agua en esa cuenca baja pero no  lo suficiente para igualar el nivel de agua y de sal que hace al Mediterráneo más salado y pesado y aumenta cuando más se aleja del Estrecho hacia Oriente.
En el otro estrecho, en los Dardanelos o Helesponto; allí los Dardanelos decide la suerte hidrográfica del Mediterráneo hacia el nororiente con leyes diferentes. En Bizancio (luego Constantinopla, luego Estambul)  la civilización entraba desde Asia, mientras en Gibraltar salía para el noroeste.
Como el mar Negro no pertenece al Bósforo, es un mar tranquilo, retirado. Lanza al mar un caudal de agua dulce y a su vez recibe agua salada de éste.
Las temperaturas son diferentes y la velocidad también. El influjo del Mediterráneo hacia el norte es lento porque, si el mar Negro fuera una cuenca vacía, necesitaría tres mil años para llenarla. La falta de oxígeno en el Mar Negro con escasa sal, apenas deja espacio para tener una vida marina. El estrecho es angosto y la  corriente superior fluye hacia el Mediterráneo,  aumentando su velocidad.
En el Bósforo tiene 30 metros de profundidad. Los rabones son tan violentos que los pescadores arrastran sus barcos con ayuda de cables desde la costa para evitar que se quiebren. El carácter nervioso aumenta en los estrechos. La marea es visible en escasos lugares. Sin embargo en los estrechos son visibles. En el Gibraltar el mar corre en dirección opuesta a la  corriente de las mareas del Atlántico.
En Mesina son incontables la cantidad de barcos hundidos en naufragios entre Sicilia y Caribdis. Estrechos los tres de reciente origen, se supone que una erupción del Etna  pudo haber abierto el canal y separado Sicilia del sur de Italia.
El remolino de Caribdis fuera de la península de Mesina, de treinta metros de ancho se halla a unos trescientos metros de la costa y puede voltear un buque poniendo su proa donde antes estaba su popa.
El 21 de marzo crece cincuenta centímetros la marea. Los capitanes sacaban ventaja en las batallas navales. Nelson no fue el primero en aventurarse por ese estrecho. En dicho mar las olas pueden alcanzan cinco metros; en el océano, veinte metros. En Sicilia, el Siroco es un viento que castiga al mar con tal furia que arroja a la tierra a los peces y hasta a los hombres.
Su color

De un azul oscuro, transparente, si lo observamos desde arriba. Homero lo llamó océano azul, violeta o púrpura. Los griegos lo llamaban el mar blanco para diferenciarlo del mar Negro.
El azul debe ser visto a la distancia; los marinos advierten las tormentas cuando sus aguas oscurecen. El tono azul denota gran profundidad. Poetas y viajeros y turistas elogian la claridad cristalina. La gruta Azul de Capri es la causa del movimiento líquido y de la luz. Toda la costa mediterránea muestra desde el buque valles y montañas, bahías, ríos, bosques, rebaños, fruta, vino y un año sin invierno. Todo lo que nos eleva sobre el salvaje surge de este mar. Las creaciones de la imaginación jamás podrían darse bajo el tórrido sol tropical o la lucha con el frío gélido del norte. El constante calor o frío lleva la inercia o a transformarse en seres  belicosos- Los vientos son también fuerte porque los  árboles adquieren gran altura y están solitarios no en grupo como en el Norte o en Canadá. Se yerguen solitarios.
El calor aquí es suave, apacible por la longitud y su angosta anchura. El frío del Norte es protegido por los Alpes; por esto es saludable el clima de Nápoles y saludable en todas las regiones, pues no existen lluvias intermitentes y siempre -hasta en el peor de los días- brillará el sol aunque sea por una hora.
El Etna, el Olimpo o Sierra Nevada a tres mil metros tienen algo de nieve pero por escaso tiempo.
La Costa Azul tiene cuarenta y cuatro días nublados por año. En invierno, el cielo es azul como en Italia. Hay nieve, pero no inspira temor como tampoco el frío. El hombre de este mar no teme los extremos del clima. Viven al aire libre todo el tiempo posible. Viven mejor, no más años. El calor sofocante no mina sus fuerzas. Trabaja poco para la cosecha de cereales, aceitunas, vinos, tabaco y para sus necesidades básicas.  Le agrada acicalarse y adorna a su mujer. En el campo se ponen un pantalón, una blusa y un sombrero. Las personas están habituadas a las piedras. Con un vaso  de vino, bajo la pérgola, lían un cigarrillo escupiendo o criticando al gobierno; observa con serenidad el brillante azul del cielo y el oscuro profundo   bellísimo  azul del mar, que linda con tres continentes.
Peces
No son grandes comilones de pescados, aunque sí los días de vigilia; se importa el bacalao seco del Norte, la sardina y las anchoas. En Italia emplean la dinamita para pescar; muy escaso es el arte o el deporte de la pesca entre los italianos.
Sí aman y tienen en cantidades enorme mariscos; almejas verdes, grises o voladores, que arrancan con el caparazón de las rocas; ostras de redondo caparazón azul, ostras achatadas, grises, negras, erizos de mar, rojo en el interior, cangrejos rosados y amarillentos, estrellas de mar, langostas pardas pero sin tenazas, camarones, lenguados, pulpos. No se puede concebir ese mar sin esos  microcosmos que puebla sus costas, bahías y rocas.
El tiburón aparece en ocasiones con sus cuatrocientos dientes pero de tamaño tan pequeño que no le temen. El delfín en cambio es el pez que deleita al viajero en toda época: su vida es respetada como las cigüeñas, que no es cazada en tierra como tampoco el delfín en el mar.
Los griegos establecieron las leyes de la belleza y de la sabiduría: los romanos, las leyes de la justicia del Estado. Atenas y Roma son consideradas dos focos de un eclipse para captar toda su radiación.
El  mar en el  Sudeste carece de islas; es menos interesante geográficamente; son de tendencias  monoteístas, una religión con escaso colorido.
Cuando el Adriático con sus escasos   puertos  llega a los Alpes, se halla la Península Balcánica, geografía rica y abundante, que da vida a los dioses griegos; Italia tiene un perfil que encanta.
Los Balcanes lindan con las tierras bajas del Danubio; fue la ruta de Darío. Las tribus migran de la misma Rusia hasta la Primera Guerra Mundial.
Macedonia, Tracia y Serbia fueron unidas a  Europa central por rutas militares y por el FCC. En la costa occidental se eleva los Alpes que encierran a Albania. El mar Jónico tiene una célebre bahía. Todos los productos siempre fueron transportados hacia el Sur por la ruta de Venecia y ciudades vecinas. Venecia era el cuarto puerto céntrico del Mediterráneo, el mejor situado por el tráfico y el desarrollo de ideas. Italia está idealmente conformada  con los Apeninos que atraviesa de Norte a Sur el país, aunque se pueden cruzar con facilidad; pierden altura y se transforma en fértiles llanuras y colinas productivas. Roma  fue planeada para dominar el mar y no será por casualidad que se yergue en el centro del país mediterráneo.
El sur de Francia fue también favorecido. En La Antigüedad existía una ruta entre este mar y el océano a través de Languedoc. El  Ródano es uno de los ríos de mayor belleza y une Marsella con Lyon y  con el Norte: sin estos valles, Francia sería una provincia. El único modo de pasar a Alemania  era a lomo de mula y cruzando los Alpes. Viena tenía una ruta comercial y siempre fue más civilizada que Alemania.
España tiene una forma tosca con difíciles cadenas de montañas; sus planicies quedan  encerradas y es angosta la franja costera. Los centros ricos de navegantes fueron Portugal y Cataluña. Italia es un  pueblo de costas  que gobernaba tres países y, pasaba a Europa a través de España.
Pero nunca hubo una ruta marítima mundial como la del Rodano y el Po para unir Europa como el Mediterráneo y  África occidental.
Aromas

El navegante, cerca de Córcega o el sur de España puede identificar su patria por el aroma entre dulce, amargo, fuerte y delicado; la mayor parte -muy tupida- cubre las rocosas laderas. El tomillo verde grisáceo produce más perfume al pisarla. No es el capullo lila sino la hoja en forma de lanceta que posee el aroma. El romero o “aroma del mar” es más duro y firma que la salvia argenta o la mejorana,  ideal para el condimento italiano de los pescados y los perfumes de las mujeres.
El hinojo y la albahaca  los genoveses las utiliza en pastas y los españoles en chorizos. La menta es usada por los franceses en licor verde. El perejil silvestre junto a la peligrosa cicuta; el manojo de alhucema es de aroma penetrante. El laurel es símbolo del Mediterráneo por el mito de Daphne, la ninfa transformada en laurel. A lo largo de las costas se encuentran arbustos aromáticos que se usan también en perfumes.
No conocían el arroz ni la cereza ni la mora. De América llegó el maíz, la patata y el tabaco. Portugal importó las naranjas  de China. El trigo en la región sólo necesita ciento setenta días de lluvia, mientras en el norte necesita trescientos. Es el alimento de los pobres; comen el pan con queso, aceitunas y un vaso de clarete y siempre miran el mar.
Un pastor no sabe tal vez leer pero sí cantar: comparándolo a un campesino ruso, es un pequeño rey.
No se precisa a lo largo de ese mar las colinas para los viñedos; se las evita. La lluvia de la primavera se recoge para poner al pie de las viñas. En Vicenza y Pisa fueron guirnaldas. En Corintio y Andalucía crecían por doquier entre los cereales, los olivos de una lados y los higos del otro.
Italia usa el 7% de las tierras en el cultivo del vino. Grecia usa el 10%.
El vino es tan importante como el pan. Exalta la monotonía de la vida.
Toman vino en el almuerzo y en la cena.
Árboles

Dátiles, palmeras, robles, hayas, tilos, abedules.
El olivo crece silvestre hasta diez metros de alto en Córcega con enormes troncos.  Algunos tienen  trescientos años. Ocho vienen del Huerto de Getsemaní y hasta la Primera Guerra Mundial el sultán recibía ocho por año. Aún se encuentran allí; la vitalidad del olivo se nota en las hojas que brotan en el extremo de cada rama.
Quien talaba dos olivos era penado con una multa de doscientas dracmas; la mitad la recibía el delator. El olivo se utiliza para transformarlo en aceite en muchos países. Se consideraba un enemigo quien lo cortaba pues era el árbol de la vida. Su aceite también era sagrado y se colocaba en el altar de Atenea. La paloma de Noé regresó al Arca con una rama de olivo y Atenea hizo que creciera en la Acrópolis. En la isla San Torino existe una prensa para extraer el aceite de las aceitunas  que existía antes de la construcción de las Pirámides.
Ulises construye su lecho nupcial sobre las raíces de un olivo silvestre. Un anciano sabio decía que para conservarse sano se necesitaba miel por adentro y aceite por afuera.
En Francia se poda   a los seis metros y el árbol se ensancha. El efecto del olivo es sedante; invita al descanso. El pino y el ciprés es más una sensación gótica.
El olivo se alimenta de la sequía; prefiera las colinas a  la piedra. Si logra siete meses cálidos, sin lluvia, su fruta madurará con abundancia. Las lluvias luego de ese período no lo perjudicará.
En Francia se podan cada dos años. En Argelia, cada veinte. El olivo sobrevive  a tormentas, podas excesivas y lesiones. Es fructífero aun cultivado a medias. Un mismo árbol puede dar aceitunas verdes, rojas y negras; en Siria hasta blancas. Las mejores son las rojas, que se tornan
Negras. De cada  árbol se puede obtener veintiocho libras de aceite.
En la Edad Media Italia lo exportaba a Flandes y hasta a China.
Sano, despreocupado el hombre del Mediterráneo consume muy poca carne y bebidas destiladas. Tiene dos días libres por semana y una vida llena de sol y viento; es esbelto, flexible, cortés, elocuente, y en el Sur de Italia ágil de espíritu. Son similares, el francés de Marsella  al italiano de Mesina, más incluso que al griego de Patras.
Animales
Leones y hienas por los Balcanes. El chacal aún permanece. El mono africano vive en el Gibraltar, el puerco espín en Italia, las cabras en Grecia, las gacelas en África. El camello llegó al oeste en tiempos de César. El burro domesticado antes que el caballo, muy paciente hasta que se rebela. Las mulas sirven para escalar cuestas y montañas.
Los caballos llegaron de Creta y Egipto. Sembraban terror en las asoladoras expediciones bárbaras. Los de las islas griegas se convirtieron en petisos. Los animales domésticos se criaron mejor y más vigorosos por los alimentos de este mar y por su clima.
En ciertos sitios de Asia Menor se usa el buey y en Cerdeña todavía lo montan, en vez del caballo.
En 1900 Alemania tenía cuatro millones, mientras España solamente medio millón. Grecia tiene diez veces más ovejas y cabras que Suiza. Ésta es tan  útil como  el olivo, pues da leche y sirve su piel para abrigarse y su carne de alimento; en Grecia se mezcla la leche de oveja con la de cabra y la beben.  Cuando descienden de las montañas, pastan al aire libre, devorando el paisaje forestal. No se las  encierra  en invierno; no hace tanto frío.
Los pastores viven al aire libre con sus animales, como nómadas. Las aves migratorias viajan de Siberia a Groenlandia por el mar Negro hasta el Nilo y desde el valle del Rodano hasta Argelia.
El ibis y el flamenco y el pelícano llegan del Sur.
La paloma vuela a través de mar. Muchos millares no regresaban al norte porque los romanos las cazaban con redes en las costas e islas.


        

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