El mito de la Caverna
Unas personas
sentadas, colocadas en un orden previamente determinado, sin libertad y sin
acceso directo a la realidad, donde sólo perciben sombras, aunque para
ellos consisten en la verdad.
La mayor parte de
nosotros estamos en situaciones similares; percibimos lo que parece ser una
verdad, pero siempre hay algo más allá, que no alcanzamos a captar: hechos y
circunstancias ocultas bajo lo percibido.
Para Platón, quienes
salen de esa situación y alcanzan a conocer la verdad, tiene la obligación de
regresar a la caverna para contar el conocimiento adquirido aunque corra el
riesgo de no ser creído o de ser atrapado.
-.-.-.-.
«Filósofo es quien
ascendió hasta la contemplación de la Idea de Bien». sabemos que los
atrapados en la caverna, entre luces y sombras, perciben una realidad
inválida, engañados por una realidad que no pueden ver.
Esa caverna
representaba la polis o ciudad-estado de su tiempo, con su política, su vida
social y los intereses del poder.
En la época clásica,
los valores apreciados por los filósofos tenían como base las ideas de "el
bien, la belleza y la verdad», opuestos a "la maldad, la fealdad y la
mentira». La bondad, la verdad y lo
bello necesitan de lo «justo» para poseer valor, tema esencial en La República
de Platón.
El filósofo que
busca la verdad no desea quedar atrapado por modas, circunstancias ni
autoridades.
El hombre que
piensa, más allá de las ideas utilitarias o permitidas, que indaga más allá de
las palabras de moda o impuestas por la costumbre, carga el peso de una humanidad doliente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario