LA LOGOTERAPIA
La logoterapia mira hacia el futuro.
El 80’% de los hombres
necesita algo porqué vivir.
El 61% admite que había algo
o alguien por lo cual está dispuesto a dar la vida.
Los principios morales son
una pantalla para ocultar los conflictos internos.
El sentido hace frente a la
existencia. Debe ser realizado para motivarlo.
Frustración laboral puede resolverse
en una neurosis que tiene su origen en la psicología. Nace entre
conflictos y de diferentes problemas espirituales, donde predomina la
frustración existencial que desempeña un papel capital. Una existencia de
sentido no satisfecha da lugar a una
tremenda confusión y al fracaso existencial. No es una patología. El interés
del hombre por verse satisfecho lo lleva a una angustia espiritual.
El deber lo lleva hacia el crecimiento y desarrollo. La
logoterapia ayuda a encontrar un sentido a la vida. Logra conseguir que se ocupe de realidades.
(El padre de Ana Frank encontró un sentido publicando el diario de su hija
muerta en un campo y haciéndose presente
cada vez que se estrena en un teatro, en cualquier lugar del mundo. Fue más útil
este logro que llorarla con lágrimas la vida entera).
Voluntad de sentido
El interés del individuo en
cumplir un sentido, es adaptarse a la sociedad y al entorno, lo cual siempre
genera tensión.
La búsqueda de trabajo nace
de una tensión interna.
La salud mental se basa entre lo logrado y lo aún no conseguido, para
sentir el bienestar mental.
El hombre necesita esforzarse
y luchar por una meta que le merezca que vale la pena. Es preciso sentir la llamada esperando que se cumpla su deseo.
El vacío existencial
Es un mal que comienza en el
S XIX con el Spleen de Baudelaire y la melancolía de Werther de Goethe y sigue
en el S XX y se profundiza en el XXI. El hombre sufrió la pérdida de sus
tradiciones. En un policlínico de Viena, el 55% acusaba un mayor o menor
sentido de vacío existencial y más de la mitad experimentaba la pérdida de
sentido y se balanceaba entre la tensión y el tedio.
A veces la frustración de la
voluntad de sentido se compensa con la voluntad de poder o compensación sexual.
En ese caso, la libido se torna agresiva.
Existen círculos viciosos que invaden la existencia vacía. Hitler,
Mussolini, por nombrar a dos.
Nunca conseguiremos que el
paciente se sobreponga a su condición sino que se prevenga de las recaídas.
La esencia de la existencia
Se puede modificar el pasado
que enfrenta al hombre con la finitud de la vida. El hombre se hace responsable
ante qué o quién se considere
responsable.
El VERDADERO SENTIDO DE LA
VIDA SE ENCUENTRA EN EL MUNDO Y NO EN LA PISQUE. Sólo en la medida en
que el hombre se comprometa a cumplir el sentido de su vida, se siente
realizado. No es un fin, es la verdadera meta.
La propia trascendencia
Tres maneras diferentes en
ese sentido
1) Realizadas: acción.
2) Tener un principio por el cual sufrir: sentir
por alguien.
3) El sentido del sufrimiento
Uno debe enfrentarse a su
destino. Hay cosas imposibles de cambiar. La GESTAPO , el cáncer, un accidente, la muerte etc.
El sufrimiento deja de serlo
en el momento en el cual se le encuentra un sentido, como puede ser un sacrificio. Lo principal
no es encontrar placer y
evitar el dolor, como decía Freud.
Sufrir a condición de que
tenga un sentido. La gente no tiene que ser feliz; la desdicha no es un
desajuste. El cúmulo de la infelicidad inevitable que no sea aumentado por la
desdicha de sentirse encima desgraciado.
En todo momento el hombre
debe decidir para bien o para mal cuál será el momento de su existencia para
provocar el cambio.
El hombre que se fija en lo
transitorio pasa por alto el pasado.
No se puede volver ni
deshacer ni echarse hacia atrás.
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Contar con realidades aunque
sean espirituales. Del trabajo hecho, del amor amado, del dolor sufrido. Este
dolor nos hace sentir orgullosos, aunque no inspire envidia.
La muerte es un temor real.
No se puede curar el temor
neurótico (las arañas, la agorafobia).
El neurótico sufre una
ansiedad anticipada y lo que teme se produce: es característico. El miedo se
convierte en una realidad. El miedo hace que suceda lo que uno teme.
El hombre inventó las cámaras de gas y también fue quien
entró en la cámara con la cabeza erguida recitando el Padre nuestro.